La mejor guía veterinaria para dar la bienvenida a un conejo

La llegada de un conejo a casa marca el inicio de una nueva etapa que será muy enriquecedora, pero que requiere una preparación adecuada y un compromiso firme con su bienestar.

Desde Kivet, como expertos en salud animal y medicina de animales exóticos, hemos elaborado esta guía para ayudarte a entender los cuidados esenciales que tu nuevo compañero necesita desde el primer día.

Sigue leyendo para descubrirlo todo.

Alimentación: La base de su salud

Uno de los errores más frecuentes al cuidar un conejo es pensar que pueden comer de todo, o que basta con darles pienso y zanahoria. Pero nada más lejos de la realidad.

Su sistema digestivo es delicado, y necesita una alimentación rica en fibra para mantenerse sano.

¿Qué deben comer?

El heno es su alimento principal. De hecho, debería estar siempre disponible en su recinto, ya que no solo les alimenta, sino que también mantiene sus dientes a raya y su digestión activa.

A partir de los 2 meses puedes comenzar a introducir verduras de hoja verde, siempre poco a poco. El pienso debe ser específico para conejos y en cantidades pequeñas, y las frutas mejor reservarlas para ocasiones especiales.

Te dejamos a continuación una tabla resumen:

Alimento	Cuándo y cómo ofrecerlo
Heno (timothy o festuca)	Siempre disponible, tiene que constituir un 80% de su dieta total. Evita el de alfalfa en adultos.
Verduras frescas	A diario, desde los 2 meses. Escarola, rúcula, canónigos… Pueden introducirse a partir de las 8 – 10 semanas, una vez completado el destete.
Pienso específico	Debe tener alto contenido en fibra (>18 %) y bajo en almidón y grasa, y ofrecerse en pequeñas cantidades (2 cucharadas/día aprox.).
Frutas	1–2 veces por semana. En pequeños trozos, sin semillas. Deben representar el 5% de la dieta semanal, por lo que solo deben ser un premio ocasional.
Agua fresca	Siempre. Y mejor en bebedero limpio cada día.

¡Y recuerda! Los cambios de dieta siempre deben hacerse de forma gradual (Entre unos 7 y 10 días) para evitar problemas digestivos.

¿Y qué está prohibido?

Como ocurre con el resto de animales, debemos tener mucho cuidado con los alimentos que son tóxicos para los conejos, ya que pueden poner en peligro su salud. Evita siempre:

• Lechuga iceberg
• Ajo, cebolla, patata, aguacate
• Cereales, pan, dulces o snacks de perro/gato
• Semillas, maíz, y frutas secas

Si tienes dudas, consulta siempre a tu veterinario antes de introducir algo nuevo.

Habitat y enriquecimiento: Su hogar ideal

Aunque mucha gente asocia a los conejos con una jaula pequeña y poco más, la realidad es muy distinta. Son animales activos, curiosos y territoriales, por lo que necesitan un entorno donde puedan moverse libremente, investigar y sentirse seguros.

¿Qué tipo de recinto necesita?

El recinto no debería ser su único espacio vital, pero sí un lugar seguro donde descansar y refugiarse. Para un conejo enano, se recomienda un mínimo de 70 cm de largo por 40 cm de ancho y 40 cm de alto. Si es más grande, mejor aún. Además, tiene que tener una superficie antideslizante, y ser amplia para permitir que se pueda estirar completamente con comodidad.

Eso sí, los conejos tienen que salir del recinto varias horas al día para ejercitarse. Puedes habilitar un parque modular, una habitación o un rincón seguro del salón, sin cables ni objetos peligrosos.

Consejo: Sitúa su espacio seguro en una zona tranquila, bien ventilada, sin corrientes de aire y con luz natural indirecta.

¿Qué sustrato es el más adecuado?

Evita siempre productos como el serrín o las virutas aromáticas, que pueden irritar su sistema respiratorio. En su lugar, opta por materiales que sean seguros y absorbentes como por ejemplo:

• Lecho de papel prensado
• Pellets de papel reciclado
• Lecho vegetal de maíz o celulosa

Estos materiales son cómodos para sus patas, absorben bien la humedad y facilitan la limpieza del entorno. Es importante retirar a diario los restos de orina y heces, y hacer una limpieza general semanal.

¡Y ojo! Recuerda que nunca se debe utilizar arena de gato como sustrato, ya que supone un gran riesgo por ingestión y obstrucción.

¿Y cómo estimulamos su comportamiento natural?

Los conejos, por naturaleza, necesitan explorar, roer, escarbar y esconderse. Si no tienen formas de canalizar estos comportamientos, pueden estresarse o aburrirse, lo que afectará directamente a su salud.

Para enriquecer su entorno, puedes ofrecerle:

• Túneles o tubos por donde pueda pasar y esconderse
• Cajas de cartón con agujeros, que funcionan como refugios
• Juguetes de madera natural sin tratar para roer
• Pelotas de heno o dispensadores de comida que estimulen el forrajeo
• Incluso ramas seguras (como las de manzano) para masticar

Te recomendamos también cambiar los elementos de vez en cuando, ya que esto ayudará a mantener su interés y evitar la rutina. Y recuerda: El mejor enriquecimiento es tu atención. Pasar tiempo con él, observarlo y conocer su personalidad fortalecerá vuestro vínculo.

Como curiosidad: ¿Sabías que los conejos no son roedores? Son lagomorfos, una orden perteneciente a los mamíferos placentarios.

Higiene y mantenimiento

Los conejos son animales limpios por naturaleza. Se acicalan solos, cuidan su espacio… Pero eso no significa que nosotros podamos relajarnos.

Un entorno limpio y bien controlado es muy importante para prevenir enfermedades digestivas, respiratorias o dermatológicas.

Limpieza del entorno

La limpieza debe formar parte de la rutina diaria. No hace falta desmontar su espacio seguro todos los días, pero sí es importante:

• Retirar restos de comida, heno mojado, orina y heces a diario.
• Cambiar el sustrato regularmente (sobre todo en la zona del arenero).
• Y una vez por semana, hacer una limpieza general del recinto, lavando comedero, bebedero, henera y bandejas con productos seguros para animales.

Si usas un lecho de papel prensado o de maíz, evitarás olores fuertes y cuidarás mejor sus vías respiratorias.

Por otro lado, recuerda usar siempre productos de limpieza seguros para los animales, evitando siempre la lejía o el amoniaco.

Cuidados del pelo y las uñas

Dependiendo del tipo de pelaje, tu conejo necesitará más o menos mantenimiento. Los de pelo corto requieren poco más que un cepillado semanal, pero los de pelo largo necesitan cepillado diario para evitar nudos y, sobre todo, bolas de pelo que podrían afectar su sistema digestivo si las tragan.

Por otro lado, durante la época de muda de los conejos, es importante que el cepillado se intensifique.

También hay que revisar sus uñas al menos una vez al mes. Si no se desgastan naturalmente, pueden crecer demasiado, curvarse o incluso clavarse. Este proceso siempre debe hacerse con mucho cuidado, por lo que siempre es mejor preguntar a un profesional sobre cómo hacerlo de forma correcta.

Observar su pelaje también te permitirá detectar a tiempo signos de ácaros, hongos o heridas.

Temperatura y humedad

Los conejos son muy sensibles al calor. Lo ideal es que su entorno esté siempre entre 18 y 22 °C, evitando que supere los 25 °C. La humedad también es importante: Mantenerla entre 40% y 60% ayuda a prevenir enfermedades respiratorias.

Evita	Asegúrate de que tenga
Ambientes cerrados y mal ventilados	Luz natural indirecta
Exposición directa al sol	Buen flujo de aire
Corrientes de aire o humedad excesiva	Sombra en verano y refugio cálido en invierno

Salud y prevención

Los conejos pueden parecer animales fuertes y autosuficientes, pero la realidad es que muchas enfermedades no se manifiestan hasta que ya están avanzadas. Por eso, el seguimiento veterinario no es opcional: es esencial para garantizar una vida larga y saludable.

Señales que no debes ignorar

Tu conejo no te dirá con palabras que algo va mal… Pero su cuerpo sí lo hará. Estas son algunas señales de alerta que justifican una visita inmediata al veterinario:

Síntomas a vigilar	Posibles causas
Deja de comer o no hace cacas	Estasis gastrointestinal (urgencia)
Encogido, con la espalda arqueada	Dolor, malestar, problemas digestivos o urinarios
Secreciones por nariz, ojos o estornudos	Infecciones respiratorias
Pérdida de peso sin motivo aparente	Enfermedades dentales o metabólicas
Cojeras, movimientos lentos o posturas raras	Problemas articulares, lesiones o dolor crónico
Rascado constante o pérdida de pelo	Parásitos externos, hongos o alergias

Si detectas alguno de estos signos, no esperes a que “se le pase solo”. En los conejos, el tiempo es clave, y es esencial que acudas a tu veterinario cuanto antes.

También te recomendamos que eches un vistazo a nuestro artículo «Enfermedades más comunes de los conejos: diagnóstico y tratamiento en clínicas veterinarias«

Desparasitación

Aunque vivan dentro de casa, los conejos pueden sufrir infestaciones parasitarias. Muchas veces los huevos llegan a través del heno, otros animales o incluso en nuestros zapatos.

¿Cada cuánto se debe desparasitar?

• Internamente (coccidios u otros parásitos digestivos): Cada 6 meses, especialmente en conejos jóvenes o recién adoptados.
• Externamente (ácaros, pulgas, mosquitos): Una vez al mes, sobre todo si tiene acceso al exterior o convive con otras mascotas.

Es importante utilizar siempre productos específicos para lagomorfos, ya que algunos antiparasitarios para perros o gatos son tóxicos para los conejos. (Como por ejemplo el fipronilo)

Esterilización

La esterilización temprana es esencial, ya que previene tumores uterinos en hembras y reduce la territorialidad (Esto es especialmente importante si estás pensado en tener otro conejo)

La importancia de las revisiones periódicas

Llevar a tu conejo al veterinario cuando está enfermo es importante… pero aún más lo es hacer revisiones cuando está sano. Porque es ahí donde realmente podemos:

• Detectar a tiempo enfermedades dentales, digestivas o renales
• Valorar su peso, piel, pelaje, comportamiento y hábitos
• Ajustar su dieta y entorno según su etapa de vida
• Aplicar vacunas y desparasitaciones en los momentos adecuados. En España, las vacunas más importantes son frente a la mixomatosis y la enfermedad vírica hemorrágica.

Recuerda consultar nuestro calendario de vacunación para conejos.

Y no olvides que Una de las mejores formas de asegurarte de que tu conejo recibe los cuidados que necesita es contar con un plan de salud adaptado a conejos.

Comportamiento y socialización: aprende a leer a tu conejo

Aunque no hablen, los conejos son animales sociales, y se comunican constantemente. Saber interpretar su lenguaje corporal te ayudará a entender cómo se sienten y fortalecerá vuestro vínculo.

¿Cómo se comunican?

• Golpes con las patas traseras: Está molesto o en alerta.
• Zambullidas o carreras rápidas (Binky): Alegría pura.
• Tumbado de lado o estirado: Relajado y cómodo.
• Gruñidos o rechinar de dientes: Incomodidad o dolor.
• Esconderse o evitar contacto: Miedo o necesidad de espacio.

¿Pueden convivir con otros conejos?

Sí, pero no siempre es fácil. Son animales territoriales, por lo que:

• Lo ideal es una pareja macho-hembra esterilizados.
• La presentación debe ser progresiva y en terreno neutral. (Y siempre supervisadas)
• Es normal que al principio se ignoren o se marquen el espacio.

Si ves signos de agresión o no logran adaptarse, consulta con un veterinario especializado o etólogo.

¿Cómo manipularlos bien?

Hay conejos que no disfrutan de que los cojan, así que es importante hacerlo con cuidado:

1. Nunca por las orejas ni el cuello.
2. Sujeta su pecho con una mano y la parte trasera con la otra.
3. Mantenlo cerca de tu cuerpo para que se sienta seguro.

Como ves, dar la bienvenida a un conejo implica mucho más que ofrecerle un espacio bonito. Supone comprometerse con su bienestar físico y emocional, ofrecerle un entorno seguro y estimulante, y contar con un veterinario de confianza que acompañe su evolución.

En Kivet, contamos con un equipo especializado en conejos dispuesto a ayudarte en cada paso.

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• Color de la orina en los conejos: ¿Qué significa?
• Cuidados postoperatorios tras la castración
• ¿Por qué es importante contratar un plan de salud para tu conejo?