La leishmaniosis canina es una enfermedad frecuente en perros por su alta probabilidad de contagio. La enfermedad se transmite por la picadura de los flebotomos. Son insectos parecidos a los mosquitos. Su actividad es mayor durante el atardecer y la noche y prefiere las zonas cálidas y secas. Son muy peligrosos.
Los collares y pipetas antiparasitarios son una buena forma de prevenir que tu perro se pueda contagiar de leishmaniosis, pero es insuficiente. En Clínicas Kivet recomendamos que los lleven durante todo el año.
Además, aconsejamos poner la vacuna, ya que podrá estimular el sistema inmunitario del perro para hacer frente a esta enfermedad y aumentar su cobertura de protección hasta un 70%.
En España existen provincias que muestran una seroprevalencia mayor que del resto del territorio de esta enfermedad. Por lo que es ideal, que tu veterinario te explique las ventajas de vacunar a tu perro en zonas endémicas como la cuenca mediterránea.

Servicio de diagnóstico para detectar la Leishmania
En Clínicas Kivet ofrecemos las pruebas necesarias para diagnosticar la leishmania mediante:
- Pruebas diagnósticas de sangre.
- Análisis de orina.
- Prueba IFI o ELISA.
- Citología de médula ósea.
- Biopsia de tejido.
Tratamiento de leishmaniosis en Kivet
La leishmaniosis es una enfermedad grave y compleja que puede ocasionar la muerte a tu mascota. En España afecta a una media de 385.000 perros al año según los estudios del departamento de Microbiología y Parasitología de Navarra.
En clínicas Kivet tenemos una dilatada experiencia tratando y evitando la enfermedad y sus diferentes tipos:
- Cutánea.
- Visceral o sistémica.
- Mucocutánea.
Los tratamientos generales contra la leishmania son los siguientes.
Una vez infectado:
- Farmacoterapia
- Inyecciones
- Revisiones periódicas para comprobar la evolución de la enfermedad.
A modo de prevención:
- Vacunación
- Collares o pipetas
- Mosquiteras
- Evitar que la mascota duerma fuera en el atardecer y en la noche.
La vacunación puede realizarse desde los 6 meses. Pero recuerda, la vacunación no excluye el uso de collares repelentes y accesorios antimosquitos. Por lo que la mejor forma de prevenir el contagio es la combinación de ambos métodos y asegurar el bienestar de tu mascota.