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La palabra anestesia viene del griego y significa “falta de sensación”. La sedación en perros se consigue administrando fármacos que deprimen la función nerviosa. No debes confundir la sedación con el proceso de eutanasia paliativa.
¿Qué es la sedación en veterinaria?
En una clínica veterinaria se pueden dar varias situaciones en las que se tenga que sedar a los perros para facilitar diferentes procedimientos y así no causar un estrés excesivo tanto al paciente como al propio personal veterinario.
Por ejemplo:
- Sedación para realizar un procedimiento quirúrgico, como paso previo a la utilización de la anestesia.
- Sedación para la realización de pruebas diagnósticas como ecografías, radiografías, analíticas o incluso un simple chequeo médico en casos de perros más agresivos.
- Sedación para controlar algunas enfermedades que puedan causar dolor al perro.
En el caso de utilizar anestesia general, el animal queda inconsciente durante un breve periodo de tiempo. Durante este estado de inconsciencia, se produce una relajación muscular y una pérdida total de la sensación de dolor.
Otros tipos de anestesia incluyen la anestesia local, como el adormecimiento de una zona localizada de la piel o de un diente.
Protocolo para la sedación de perros
Los fármacos sedantes que se utilizarán se elegirán en función del procedimiento que se vaya a realizar. Aunque se trata de un procedimiento seguro, siempre se realizará una exploración previa:
- Antes de administrar cualquier sedante, siempre se realizará una revisión del historial médico del perro, así como un examen físico completo. En caso de que fuese necesario, también se realizará una analítica.
- Monitorización del perro durante la sedación hasta su completa recuperación: dependiendo del caso, puede ir desde el control de temperatura y frecuencia cardiaca y respiratoria, hasta la realización de electrocardiogramas, control de la presión arterial y pulsioximetría.
- Uso de fármacos sedativos: Aunque en ocasiones pueda sedarse un perro empleando un único fármaco, habitualmente se utilizan combinaciones de diferentes agentes farmacológicos para potenciar el efecto sedante y así utilizar dosis más bajas de cada uno de los fármacos. Siempre que sea posible, se cateterizará una vena periférica.
La selección de fármacos será clave para garantizar la seguridad del animal, por lo que veterinario siempre opatará por aquel protocolo con el que esté más familiarizado para cada situación concreta.
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