¿Has notado que a tu gato le huele el aliento de forma desagradable? Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, el mal aliento en gatos puede ser una señal de alerta sobre su salud.
En muchos casos, este problema está vinculado a la higiene dental, pero también puede indicar enfermedades más complejas.
Como responsables de su bienestar, es fundamental prestar atención a estos síntomas y actuar con rapidez.
En Kivet queremos ayudarte a entender por qué ocurre, qué lo provoca y cómo puedes prevenirlo o tratarlo con eficacia. Sigue leyendo para descubrirlo todo.
¿Por qué le huele mal el aliento a mi gato?
El aliento de un gato sano suele pasar desapercibido. Por eso, cuando percibes un olor fuerte, persistente o desagradable, es normal que salten las alarmas.
El mal aliento, también conocido como halitosis felina, es un síntoma que puede estar relacionado con enfermedades orales, pero también con alteraciones digestivas o metabólicas. Por eso, es importante observar si el mal aliento es ocasional o permanente, y si va acompañado de otros síntomas como pérdida de apetito, cambios en el comportamiento, hipersalivación o dificultad para masticar.
Causas del mal aliento en gatos
Como ya te hemos comentado, el mal aliento en gatos no tiene por qué porvenir de una única causa, si no que puede deberse a diferentes motivos, como los que te exponemos a continuación:
Enfermedades dentales y gingivitis
Las enfermedades bucodentales son la causa más común del mal aliento. Con el tiempo, el sarro se acumula alrededor de los dientes, formando una película de bacterias que inflama las encías (gingivitis) y puede avanzar hasta provocar pérdida de piezas dentales (periodontitis).
Esto no solo genera dolor y mal aliento, sino que también afecta a la calidad de vida del gato, quien comienza a comer menos, se muestra irritable y, en algunos casos, deja de asearse correctamente.
Alimentación inapropiada
Los gatos alimentados únicamente con comida húmeda o piensos de baja calidad tienen más riesgo de acumular placa bacteriana. La falta de masticación no estimula la limpieza dental natural. Además, algunas fórmulas alimenticias con ingredientes como pescado de baja calidad o subproductos animales pueden provocar un aliento más fuerte de lo habitual.
Infecciones o abscesos bucales
Una herida infectada, un absceso dental o una lesión ulcerosa en la lengua o el paladar pueden ser muy dolorosos y desprender un olor intenso. En estos casos, el gato suele mostrar signos claros de incomodidad al comer, frotarse la boca o salivar en exceso.
Enfermedades sistémicas
El mal aliento en gatos no siempre tiene su origen en la boca. En algunos casos, puede estar relacionado con patologías internas más complejas que requieren atención urgente, como son:
- Insuficiencia renal crónica (IRC): Esta enfermedad afecta a muchos gatos mayores. Uno de sus síntomas es el aliento con olor a amoníaco o similar a la orina, causado por la acumulación de toxinas que los riñones no pueden filtrar correctamente.
- Diabetes mellitus: En gatos diabéticos, especialmente cuando no está controlada, el aliento puede tener un olor afrutado o dulzón, debido a la presencia de cetonas. Es un signo clínico importante que requiere una analítica inmediata.
- Problemas gastrointestinales: Los trastornos digestivos, como el reflujo, infecciones intestinales o una mala digestión de los alimentos, también pueden contribuir a un aliento anormal.
Este tipo de causas sistémicas pueden pasar desapercibidas si no se realizan análisis veterinarios. En Kivet, sabemos que un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia entre una solución sencilla y un tratamiento prolongado.
¿Y si a mi gato le huele el aliento a pescado?
Una frase que escuchamos mucho en nuestras clínicas es: “a mi gato le huele el aliento a pescado y no ha comido nada con pescado”. Este olor es muy característico y, cuando no está relacionado con la dieta, suele deberse a bacterias anaerobias que proliferan en zonas con poca oxigenación, como bolsas de infección en las encías o entre dientes dañados.
También puede estar asociado a infecciones por bacterias gram negativas, que producen compuestos de azufre responsables de ese olor tan penetrante.
Por tanto, si a tu gato le huele el aliento a pescado, es una señal de alerta que debe valorarse cuanto antes.
¿Y qué ocurre si mi gato no come y tiene mal aliento?
Cuando un gato presenta halitosis y al mismo tiempo deja de comer, estamos ante una situación potencialmente grave. En felinos, la anorexia (falta de ingesta alimentaria durante más de 24-48 horas) puede desencadenar lipidosis hepática, una enfermedad del hígado que pone en riesgo su vida y que requiere atención inmediata.
Entre las causas posibles de esta combinación de síntomas están:
- Dolor bucal intenso (gingivitis, diente fracturado o absceso).
- Náuseas o vómitos por problemas digestivos.
- Alteraciones renales que reducen el apetito.
- Tumores en la cavidad oral.
Además del mal aliento, estos gatos suelen esconderse, están apáticos y evitan el contacto. Si detectas estos signos, no esperes a que “se le pase”. En Kivet, sabemos que el tiempo es clave, y tratamos estos casos con prioridad.
¿Cómo se diagnostica la halitosis en gatos?
La halitosis felina es el término médico que se utiliza para describir el mal aliento en gatos. Aunque no se considera una enfermedad por sí misma, sí es un síntoma que puede indicar problemas locales o sistémicos. Por ello, para diagnosticarlo, normalmente seguimos estos pasos:
- Exploración física general: Para detectar otros signos asociados.
- Revisión completa de la cavidad oral: Observamos encías, dientes, lengua, paladar y faringe.
- Palpación mandibular: Para comprobar si hay dolor o inflamación.
- Analíticas de sangre y orina: Si se sospecha de causas internas como IRC o diabetes.
- Radiografías dentales (Si se requiere): Ideales para detectar lesiones debajo de la línea de las encías, infecciones de raíz o fracturas.
Todo esto se hace con cuidado, experiencia e instalaciones adaptadas para minimizar el estrés del gato.
¿Qué hacer si mi gato tiene mal aliento?
Detectar el mal aliento en gatos es solo el primer paso. Lo más importante es actuar. A continuación te explicamos los principales enfoques terapéuticos según el diagnóstico:
Limpieza dental profesional
La mayoría de los casos de halitosis felina están relacionados con sarro o enfermedades periodontales. La solución más eficaz en estos casos es realizar una limpieza dental bajo anestesia.
Durante la limpieza:
- Se elimina el sarro y la placa bacteriana.
- Se revisa el estado de cada diente.
- Se extraen piezas en mal estado (si es necesario).
- Se pulen los dientes para retrasar la acumulación futura de sarro.
Este procedimiento mejora no solo el aliento, sino la calidad de vida del gato, que vuelve a comer sin dolor y a comportarse con normalidad.
En Kivet somos especialistas en odontología veterinaria, por lo que si crees que tu gato necesita una limpieza dental, no dudes en acudir a consulta.
Tratamiento médico
En infecciones leves o casos que no requieren intervención quirúrgica inmediata, el veterinario puede pautar:
- Antibióticos: Si hay infección bacteriana.
- Antiinflamatorios: Para reducir la inflamación gingival.
- Analgésicos: Si el dolor impide que el gato coma o se asee.
En enfermedades sistémicas, se trata la patología subyacente. Por ejemplo, un gato con insuficiencia renal necesitará hidratación, dieta específica y control metabólico.
Cambios nutricionales
El veterinario puede recomendar un pienso que ayude a limpiar la superficie dental de forma natural mientras el gato mastica. También existen dietas veterinarias dentales formuladas específicamente para reducir la halitosis y promover una mejor higiene oral.
Recuerda que en Kivet contamos con un servicio de nutrición veterinaria.
Los suplementos nutricionales con enzimas o clorhexidina también pueden ser útiles en algunos casos.
¿Cómo prevenir el mal aliento en gatos?
Una vez resuelto el problema, la clave está en prevenir su reaparición. Afortunadamente, hay varias medidas que puedes incorporar a la rutina diaria de tu gato:
Cepillado dental regular
Sí, aunque parezca difícil, muchos gatos se acostumbran al cepillado si se introduce desde pequeños. Existen cepillos especiales para gatos (incluso de dedo) y pastas dentales con sabores atractivos.
Juguetes y snacks dentales
Hay juguetes de goma con diferentes texturas que promueven la limpieza dental al morder. También puedes encontrar snacks funcionales que ayudan a controlar el sarro y el mal aliento. Eso sí, siempre bajo recomendación veterinaria.
Agua con aditivos orales
Se trata de productos líquidos que se añaden al agua del bebedero. Ayudan a reducir la formación de placa y a refrescar el aliento sin necesidad de manipular directamente la boca del gato.
Revisiones veterinarias periódicas
En Kivet recomendamos al menos una revisión veterinaria anual. En gatos senior o con antecedentes dentales, puede ser cada 6 meses. En cada visita, revisamos encías, dientes, aliento y estado general del animal.
En definitiva, el mal aliento en gatos no es algo que debas normalizar. Es un síntoma, una señal que tu compañero peludo te está dando para que le prestes atención. Puede ser algo leve o el primer aviso de una enfermedad mayor. Lo importante es no dejarlo pasar.
En Clínicas Kivet contamos con los mejores profesionales veterinarios especialistas en la salud de tu felino, además podrás beneficiarte de un plan de salud. Recuerda que tienes más de 50 centros veterinarios Kivet entre España y Portugal con un equipo de más de 250 profesionales para atender a tu gato.
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