Historia clínica
Síntomas detectados
Dermatológicos
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Robin es una gata blanca de 8 años, muy tranquila y curiosa, que vive feliz con su familia y otros cinco gatos en un piso con terraza.
Le encanta tumbarse al sol, algo que su familia había intentado controlar aplicándole crema solar, aunque no siempre con éxito (Como bien sabemos, ¡Los gatos no son muy fans de las cremas!).
Hace unos meses, su tutora notó que los bordes de las orejas empezaban a sangrar y a formar costras grandes. Aunque Robin no se rascaba ni parecía tener picor, las lesiones no se terminaban de curar. Por eso, acudieron a Kivet Zaragoza Actur para buscar respuestas.
Exploración y hallazgos
Durante la exploración, observamos que ambas orejas presentaban costras gruesas y ulceraciones especialmente en los bordes y la parte superior.
Al retirar con cuidado las costras, aparecían úlceras sangrantes y una deformación visible del pabellón auricular. Las puntas de las orejas incluso estaban dobladas hacia atrás, un signo claro de que el tejido estaba dañado desde hacía tiempo.


Pruebas realizadas
Para entender qué ocurría, realizamos varias pruebas:
| Prueba | Resultado | Observaciones |
|---|---|---|
| Citología de lesiones | Células epiteliales y material inflamatorio | Compatible con lesiones crónicas por daño solar |
| Analítica completa | Dentro de la normalidad | Sin indicios de enfermedad sistémica |
| Exploración visual y palpación | Ulceras crónicas bilaterales | Sospecha de lesión actínica (por exposición solar) |


Diagnóstico
La sospecha inicial fue que las lesiones se debían a una exposición solar prolongada, algo habitual en gatos de pelaje blanco o claro.
Estas lesiones suelen comenzar como queratosis actínicas, que con el tiempo pueden transformarse en carcinomas de células escamosas (CCE).
Tratamiento aplicado
- Aurectomía total bilateral, realizada en dos fases con anestesia controlada.
- Revisión de márgenes quirúrgicos mediante biopsia histopatológica.
- Cuidados postoperatorios con pomadas cicatrizantes y antibióticos tópicos.
- Control de exposición solar, evitando que Robin tome el sol directamente.
- Seguimiento dermatológico regular para garantizar la completa recuperación.
Tras la cirugía, Robin se adaptó muy bien y volvió rápidamente a su rutina. ¡Su carácter y vitalidad no cambiaron en absoluto!



Evolución del caso
La recuperación fue excelente. Robin cicatrizó sin complicaciones y ya no presenta dolor ni sangrado.
Su familia sigue aplicando todas las recomendaciones para protegerla del sol, y acude periódicamente a revisión.
Veterinario responsable: Kivet Zaragoza Actur

Aprendizaje clínico
- Los gatos de color blanco son especialmente sensibles a la radiación solar.
- Las lesiones actínicas, si no se tratan, pueden convertirse en carcinomas de células escamosas.
- La aurectomía temprana es un tratamiento eficaz y curativo.
- La prevención es clave: Limitar la exposición solar y usar protector específico para gatos.
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