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Historia clínica
Doggy, un perro de aguas de 10 años, acudía de forma habitual a la clínica para recoger la medicación prescrita en otro hospital veterinario. Llevaba más de dos años sufriendo picor generalizado y alopecia en cara, cuello y extremidades, sin haber recibido un diagnóstico claro.
En su historial ya se habían descartado patologías como la leishmaniosis o la sarna sarcóptica, y había sido tratado con corticoides y posteriormente con oclacitinib, sin ninguna mejoría.
Tras varias sesiones en el servicio de peluquería de Mundo Belleza Kiwoko, y ante la evidente mala calidad de su pelo y la extensión de las calvas, el equipo insistió a la familia en la importancia de revaluar el caso. Finalmente se programó una consulta para una exploración completa en la clínica Kivet Girona Platja d’Aro.
Síntomas detectados
Dermatológicos
Generales
Exploración y hallazgos
En la consulta, el equipo veterinario confirmó la presencia de alopecia bilateral en la zona dorsocaudal, así como ligera pérdida de pelo en extremidades posteriores y región periocular. Doggy presentaba además síndrome poliuria-polidipsia, lo que llevó a los dueños a cambiar su bebedero por un barreño.
Otro hallazgo importante fue la hematuria, que no había respondido a los tratamientos previos. Tras revisar la medicación, se decidió suspender el oclacitinib, lo que provocó la desaparición de la sangre en orina en pocos días.
Pruebas realizadas
| Prueba | Resultado | Observaciones |
|---|---|---|
| Analítica geriátrica | Elevación de ALT-GPT | Sugiere patología endocrina |
| Hormonas tiroideas (T4) | Normal | Hipotiroidismo descartado |
| Test de supresión con dexametasona | Compatible con hiperadrenocorticismo | No secreción de cortisol a las 8h |
Diagnóstico
Tratamiento aplicado
Dada la edad del paciente, no se valoró la opción quirúrgica. Se inició tratamiento con trilostano a dosis mínima, ajustando la medicación en función de las pruebas de control.
Al cabo de un mes, Doggy mostró mejoría evidente: Había perdido la “forma de tonel” y bebía menos agua. Tras una estimulación con ACTH, se redujo la dosis a medio comprimido cada 24 horas.
En cuanto a la alopecia, se informó a la familia de que la recuperación del pelo suele tardar unos tres meses. Y así fue: En sus siguientes revisiones, se observó el crecimiento progresivo de su pelaje.
Evolución del caso
El cambio en Doggy fue espectacular. Tras años de tratamientos fallidos, finalmente se encontró la causa de sus síntomas y pudo iniciarse un tratamiento eficaz. Cuatro meses después, sus tutores compartieron imágenes del antes y después, mostrando la gran mejoría en su estado general y en la recuperación del pelo.
Veterinario responsable: Equipo de Kivet Platja d’Aro
Aprendizaje clínico
- Los problemas dermatológicos persistentes en perros pueden tener un origen endocrino.
- El síndrome de Cushing debe incluirse en el diagnóstico diferencial de alopecia y prurito crónico.
- Un buen seguimiento y ajustes individualizados del tratamiento mejoran la calidad de vida del paciente.
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Directora Veterinaria Técnica de las clínicas Kivet.
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