Enfermedad inflamatoria intestinal en gatos: Causas, síntomas y tratamiento

enfermedad inflamatorio intestino en gatos

La enfermedad inflamatoria intestinal en gatos es una de las causas más frecuentes de problemas digestivos crónicos en felinos. Esta patología, también conocida como IBD por sus siglas en inglés (Inflammatory Bowel Disease), se caracteriza por una inflamación persistente del revestimiento del tracto gastrointestinal, lo que conlleva a síntomas como vómitos, diarrea, pérdida de peso y disminución del apetito.

Aunque puede confundirse con otras enfermedades digestivas, la enfermedad inflamatoria intestinal felina requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico específico para mejorar la calidad de vida del animal.

En este artículo, te explicamos en detalle sus causas, cómo reconocerla, en qué consiste el tratamiento, y cuál es su pronóstico.

¿Qué es exactamente la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos?

Se trata de un trastorno crónico del intestino caracterizado por una infiltración anormal de células inflamatorias en la mucosa del tracto digestivo, lo que interfiere en la correcta absorción de nutrientes y en la función digestiva general. Puede afectar tanto al intestino delgado como al grueso, e incluso al estómago en algunos casos.

Aunque se habla comúnmente de gatos enfermedad inflamatoria intestinal, existen varios subtipos dependiendo del tipo celular que predomina en la inflamación, siendo el linfoplasmocitario el más común. Otros tipos incluyen el eosinofílico, el granulomatoso o el neutrofílico, aunque estos son menos frecuentes.

Lo que sí es importante saber es que no existe una edad específica de aparición. Cualquier gato, sea joven o adulto, de raza común o pura, puede desarrollar esta patología. Algunas investigaciones sugieren una mayor predisposición en razas como el siamés, pero la relación genética aún no está del todo clara.

¿Es lo mismo que la enfermedad de Crohn en gatos?

La respuesta corta es no, aunque es una confusión habitual. La enfermedad de Crohn en gatos no existe como tal, ya que se trata de una entidad clínica propia de humanos. Sin embargo, al compartir muchas características con la IBD felina, como la inflamación crónica del intestino, muchas personas utilizan erróneamente el término para referirse a la EII en gatos. Por tanto, siempre es preferible usar la denominación correcta: Enfermedad inflamatoria intestinal en gatos.

Síntomas: ¿Cómo saber si tu gato podría tener EII?

Los síntomas que presentan los gatos con enfermedad inflamatoria intestinal son, en muchos casos, similares a los de otras patologías gastrointestinales, lo que complica el diagnóstico. No obstante, existen algunos signos clínicos comunes que deberían hacerte acudir al veterinario cuanto antes.

  • Vómitos recurrentes, a menudo sin causa aparente.
  • Diarrea crónica o alternante.
  • Pérdida de peso progresiva.
  • Reducción del apetito o episodios de anorexia.
  • Letargo y menor interacción con el entorno.
  • Pelaje áspero o desaliñado.
  • Presencia de sangre o moco en las heces, sobre todo si se afecta el colon.

Al tratarse de síntomas inespecíficos, pueden confundirse fácilmente con alergias alimentarias, infecciones parasitarias, insuficiencia pancreática o incluso linfoma intestinal. De ahí la importancia de un diagnóstico veterinario riguroso.

Diagnóstico: ¿Cómo se confirma la EII en gatos?

El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos se basa en descartar otras enfermedades y confirmar la presencia de inflamación a nivel intestinal. Para ello, los veterinarios siguen un protocolo que incluye pruebas clínicas, de imagen y, en la mayoría de los casos, análisis histopatológicos.

A continuación, una tabla con las principales pruebas utilizadas y su finalidad:

PruebaObjetivo
Análisis de sangreDetectar anemia, infecciones, deshidratación o alteraciones hepáticas
Análisis de orinaEvaluar función renal y descartar enfermedades sistémicas
Pruebas de hecesIdentificar parásitos intestinales o infecciones
Ecografía abdominalEvaluar engrosamiento de la pared intestinal o ganglios linfáticos
Test de PLI y TLIInvestigar enfermedades pancreáticas asociadas
Biopsia intestinalConfirmar el diagnóstico mediante el análisis de tejido intestinal

Por último, también es importante tener en cuenta que el diagnóstico puede demorarse, ya que antes de confirmar la enfermedad es necesario descartar otras causas como parásitos, alergias o infecciones.

¿Qué causa la enfermedad inflamatoria intestinal felina?

Aunque la causa exacta aún se desconoce, se considera una enfermedad multifactorial, es decir, que resulta de la combinación de diversos factores:

  • Alteración de la microbiota intestinal (disbiosis).
  • Hipersensibilidad o alergia alimentaria.
  • Respuesta inmunitaria descontrolada.
  • Genética.
  • Presencia crónica de parásitos u otras infecciones intestinales.

El estrés ambiental también puede ser un agravante, ya que afecta directamente al sistema digestivo del gato a través del eje intestino-cerebro.

Tratamiento: ¿Cómo se maneja la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos?

El tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos se basa en controlar la inflamación, reducir los síntomas y mejorar la función digestiva a largo plazo. No existe una cura definitiva, pero con un tratamiento adecuado, muchos gatos pueden llevar una vida normal.

Dietoterapia

El primer paso suele ser introducir una dieta veterinaria hipoalergénica o hidrolizada, que reduzca la exposición a alérgenos alimentarios. Estas dietas están formuladas para ser altamente digestibles y con fuentes de proteínas que no generen reacciones inmunológicas.

Si la respuesta a la dieta es positiva, puede no ser necesario añadir medicación. (Aunque esto siempre lo tiene que confirmar tu veterinario)

Puedes leer más información en nuestro post «¿Qué son las dietas de prescripción veterinaria?«

Tratamiento farmacológico

El veterinario puede recetar tratamientos para reducir la inflamación o equilibrar la flora intestinal si la dieta no es suficiente.

La combinación de dieta + medicación + probióticos suele ofrecer muy buenos resultados en la mayoría de los casos.

¿Puede vivir bien un gato con EII?

El enfermedad inflamatoria intestinal gatos pronóstico varía según la gravedad y la respuesta al tratamiento. En gatos con una forma leve a moderada, el pronóstico es generalmente favorable si se siguen las pautas dietéticas y veterinarias. En casos graves o cuando hay resistencia al tratamiento, el manejo puede ser más complejo, aunque muchos gatos consiguen estabilizarse con ajustes terapéuticos adecuados.

Lo fundamental es el seguimiento y la monitorización constante del estado clínico del gato, especialmente en los primeros meses tras el diagnóstico.

Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los gatos con esta enfermedad pueden tener una buena calidad de vida.

¿Cuáles son los riesgos si no se trata la enfermedad?

Ignorar los síntomas o no tratar adecuadamente esta enfermedad puede tener consecuencias graves:

  • Desnutrición progresiva.
  • Pérdida de masa muscular.
  • Deterioro general del estado físico.
  • Posible desarrollo de linfoma intestinal como complicación.

Es por eso que, ante cualquier signo digestivo persistente, se debe acudir cuanto antes a una clínica veterinaria, como las clínicas Kivet, donde contamos con equipos especializados en medicina felina y diagnóstico por imagen.

En definitiva, la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos es una patología compleja, pero manejable.

Gracias a los avances en nutrición veterinaria, tratamientos inmunomoduladores y el uso de probióticos, hoy en día es posible ofrecer a estos gatos una excelente calidad de vida.

El diagnóstico precoz y la constancia en los cuidados son las mejores herramientas que tenemos para ayudar a nuestros compañeros felinos. Si sospechas que tu gato podría tener EII, no lo dudes: Contacta con tu clínica Kivet más cercana y deja que nuestros expertos te orienten en cada paso del camino.

En Clínicas Kivet contamos con los mejores profesionales veterinarios especialistas en la salud de tu felino, además podrás beneficiarte de un plan de salud para ellos. Recuerda que tienes más de 50 centros veterinarios Kivet entre España y Portugal con un equipo de más de 250 profesionales para atender a tu gato.

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    Ana Ramírez

    Directora Veterinaria Técnica de las clínicas Kivet.

    REVISADO POR:

    Ana Ramírez. Licenciada en Veterinaria por la Universidad de Extremadura (2010), con más de 15 años de experiencia en clínica y gestión de equipos. Cuenta con un Máster en Investigación en Ciencias de la Salud, el Certificate in Advanced Veterinary Practice (Universidad de Liverpool) y un MBA por la UNIR.

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