

La tos de las perreras o traqueobronquitis infecciosa, es una tos contagiosa que afecta a perros y cachorros. Al igual que el resfriado común en los humanos, está causada por diferentes bacterias y virus y se transmite entre perros.
¿Es necesaria la vacuna de la tos de las perreras?
Sí, es clave para prevenir el contagio. En Kivet recomendamos vacunar especialmente a los perros que:
- Pasan tiempo con otros perros.
- Van a guarderías de perros.
- Visitan peluquerías a menudo.
- Juegan en el parque sin correa.
⚠️Importante: La vacuna contra la tos de las perreras es un requisito obligatorio en la mayoría de las guarderías, residencias caninas y espacios de convivencia perruna. No contar con ella puede impedir la admisión de tu mejor amigo en estos entornos.
¿Qué otros factores pueden predisponer a tu perro?
Existen otros factores que pueden predisponer al animal a contraer la enfermedad de la tos de las perreras, como por ejemplo una larga exposición al polvo y al humo, si ha sufrido mucho estrés en un viaje o una mala alimentación que no cubra todas sus necesidades nutricionales, entre otros.
¿Cómo puedes evitar que tu perro contraiga la tos de las perreras?
A veces es imposible no visitar lugares donde hay un gran número de perros (y probablemente no quieras hacerlo) por lo que la mejor manera de evitar que contraiga la enfermedad es poniéndole la vacuna contra la tos de las perreras.
¿Cuáles son los síntomas de la tos de las perreras?
Los síntomas principales de la tos de las perreras son:
- Tos seca.
- Fiebre, apatía y/o pérdida de apetito.
- Arcadas o nauseas.
- Estornudos o mocos
Preguntas frecuentes sobre la tos de las perreras
No suele ser mortal, pero sí puede complicarse, sobre todo en cachorros, perros mayores o con defensas bajas. Lo que comienza como una tos leve puede avanzar a problemas respiratorios más serios si no se trata. Por eso, en Kivet insistimos en la prevención y detección temprana. Una vacuna a tiempo puede evitar muchas preocupaciones.
En la mayoría de los casos, la tos de las perreras se cura con reposo, una buena hidratación y, si es necesario, tratamiento veterinario para aliviar los síntomas o tratar infecciones secundarias. En casos más graves, podemos recurrir a antibióticos o antiinflamatorios. Lo importante es no dejarlo pasar y consultar siempre con tu veterinario.
La vacuna se puede administrar a partir de las 8 semanas de vida. La inmunidad no es inmediata, por eso es importante vacunar al menos 7 días antes de la exposición a estos entornos. La revacunación suele ser anual, pero tu veterinario te indicará el calendario ideal según su estilo de vida.
Un perro con tos de las perreras puede contagiar a otros hasta dos semanas después de que los síntomas hayan desaparecido. Por eso, aunque lo veas mejor, es importante evitar el contacto con otros perros durante ese tiempo. En Kivet te orientamos sobre cuándo es seguro volver a la normalidad.
Sí, los humanos no corren riesgo al estar cerca de un perro con esta enfermedad. La tos de las perreras es muy contagiosa… pero solo entre perros. Aun así, es importante tener cuidado si tienes más de un perro en casa, ya que entre ellos sí pueden contagiarse fácilmente.
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